Cuerpos soberanos
A través de un histórico #Tetazo, mujeres organizadas y autoconvocadas de distintas ciudades del país nos invitaron a pensar en las inequidades de género y en la necesidad de desafiar la hipocresía de la doble moral, esa que censura a la teta que no genera rating, a la que no se compra o vende, a la que decide con libertad si desea o no disfrutar del sol.

Fotos: Romina Elvira y Federica Gonzalez

El #Tetazo surge de la necesidad genuina de cuestionar la desigualdad. Las mujeres no podemos sacarnos el corpiño de la bikini para tomar sol en una playa pública sin recibir amenazas, aunque el hacerlo no sea ilegal.

Las manifestaciones por sí solas no corrigen injusticias profundamente arraigadas. Pero generan interrogantes e involucran a la gente en procesos de empoderamiento.

Con distintos grados de participación, las personas vamos descubriendo y ejerciendo nuestro poder contra la opresión, la exclusión y la violencia. Construimos poder colectivo.

Como respuesta al desmedido operativo policial que debieron sufrir tres mujeres en nechochea que pretendían tomar sol sin corpiño, decidimos ir a la playa, juntas, a disfrutar un ratito de sol en nuestros pezones. Desafiamos de forma no violenta la inequidad y la hipocresía de la doble moral, esa que mantenemos todos al censurar a la teta que no genera rating, al dejar existir programas de educación social como el de Tinelli y sus repetidores.

La represión de los cuerpos de las mujeres es funcional al mercado. Con tetas medio tapadas medio descubiertas se venden préstamos, aceites para auto, comida que enferma, cocaína, pasajes de avión, destinos turísticos, noticias armadas que distraen. Se vende, se compra.

Muchos no entienden por qué “no quieren más culos Reef y ahora quieren mostrar las tetas”. Señor, señora: lo que estamos haciendo es recuperar la soberanía sobre nuestros cuerpos. Esto no es una negociación.

Seguiremos informándonos, investigando, sentipensando, reeducando a la sociedad, combatiendo el miedo a la pérdida de privilegios y los pseudobeneficios de este orden perverso.

Porque, enfrentemoslo, se perderán privilegios de macho, pero no derechos, cuando el resto de la humanidad ampliemos los nuestros.

Hemos recibido amenazas, burlas e insultos. Miramos nuestros miedos de frente. Afrontamos la tensión de tomar postura. En sororidad —hermandad entre mujeres— sentimos la fuerza de posicionarnos fuera de la opinión convencional, no sólo contra el Estado sino también contra actitudes sociales comunes.

Nuestro objetivo es instalar el debate, sembrar preguntas, evidenciar las desigualdades.

Nuestro objetivo es la soberanía de nuestros cuerpos.

Texto: Jimena Benitez Miranda

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  • 09 Feb 2017